sábado, 6 de abril de 2013

La fotografía más antigua conservada




Se trata de una toma realizada en 1827 con una cámara oscura por Joseph Niépce, inventor francés que vivió entre los años 1765 y 1833.
La toma fue realizada desde la ventana de su casa en Le Grass (Francia), se realizó en ocho horas utilizando un precursor de la cámara llamado camera obscura. Una simple caja con una lente estenopeica, con un agujero por donde entra la luz y se refleja en una placa revestida de betún sensible, Niépce bautizó estas imágenes como heliograbados, cuando se trataba de reproducciones de grabados ya existentes y de puntos de vista, cuando las imágenes eran captadas al natural. Pese a que la fotografía superior es considerada por muchos como la oficial, parece ser el dato no es del todo cierto, ya que dos años antes, en 1825, el propio Niépce conseguiría una imagen fija de un grabado del siglo XVII en la que aparece un hombre tirando de un caballo.
Mucha gente piensa que la fotografía más antigua, la primera de la historia, es la que abre este post, pero no, están equivocados.

El protagonsita de esta historia, Joseph Nicéphore Niépce, nace en la ciudad francesa de Chalon-sur-Saône el 7 de marzo de 1765. Niépce se interesa desde muy joven en la litografía, y comienza sus experiencias con la reproducción óptica de imágenes realizando copias de obras de arte, de las que obtuvo en 1825 la primera fotografía permanente, la imagen de un grabado del siglo XVII en el que aparece un hombre tirando de un caballo.
Aunque el camino para llegar hasta aquí no fue sencillo. En 1813 comienza a experimentar utilizando gomas resinosas expuestas directamente a la luz del sol. Su primer gran éxito, y el primer paso para conseguir fotografías, fue la obtención de un medio sensible a la luz, lo que logró con el uso de asfalto disuelto en aceite.
Mas tarde tuvo la idea de emplear una cámara oscura junto con las sales de plata sensibles a la luz para tratar de conseguir imágenes fijas. Empezó utilizando la piedra como soporte para fijar las imágenes, aunque desistió pronto por los grandes problemas que acarreaba. Siguió entonces con el papel, luego con el cristal y, por último, con diversos metales como el estaño, el cobre o el peltre.

Obtuvo las primeras imágenes fotográficas de la historia en el año 1816, aunque ninguna de ellas se ha conservado. Eran fotografías en papel y en negativo, pero no se dio cuenta de que éstos podían servir para obtener positivos, así que abandonó esta línea de investigación. Un par de años después, ya en 1818, obtiene imágenes directamente en positivo, sacrificando de este modo las posibilidades de reproducción de las imágenes, por ser las obtenidas, imágenes únicas.

Al procedimiento utilizado lo llamó heliografía (del griego Ηλιος, helios, «sol», y γραφια, grafía, «escritura» o «dibujo»), distinguiendo entre heliograbados, reproducciones de grabados ya existentes, y puntos de vista, imágenes captadas directamente del natural por la cámara.

La fotografía que abre el post se llama Punto de vista desde la ventana de Grasy y fue la primera fotografía de un paisaje, tomada en 1826, esta instantánea permaneció en el olvido durante décadas hasta que en 1952 Helmut Gernsheim la compró y Kodak realizó una copia. Desde 1973 los derechos pertenecen a la Universidad de Texas y en la actualidad se exhibe en el Harry Ransom Humanities Research Center, situado en la ciudad estadounidense de Austin.

Fuente:  wikipedia.org

Puente sobre el Río Diamante. Paso de las Jaulas (foto año 1936) Mendoza


jueves, 4 de abril de 2013

Esta es la fotografía aérea más antigua que existe (por MDZ +Cultura)

Se titula "Boston tal y como la verían un águila o un ganso" y la tomó James Wallace Black en 1860 desde unos 650 metros de altura, uno de los pioneros de fotografía.

Para obtener esta imagen desde las alturas James Wallace Black tuvo que tomar ocho placas. (Foto wikimedia.org)


Aunque a James Wallace Black se le considera un pionero en la experimentación y la innovación fotográfica, alguien se le adelantó pero no tuvo su suerte.Dicen que Gaspard-Félix Tournachon, más conocido por su seudónimo Nadar, fue el verdadero padre de la fotografía aérea: además de fotógrafo era reportero, novelista y piloto y constructor de globos (de hecho su proyecto para fabricar uno de 6.000 m³ inspiró las Cinco semanas en globo de Julio Verne).Tournachon se subió a uno de sus artilugios voladores para tomar fotos aéreas de París un par de años antes que James Wallace Black, en 1858. Pero por desgracia ninguno de sus trabajos de fotografía aérea tan antiguos ha llegado hasta nosotros, aunque se ha conservado esta tomada desde un globo aerostático que muestra el Campo de Marte en París el 18 de octubre de 1863.
Fotografía de Nadar tomada desde un globo aerostático que muestra el Campo de Marte en París el 18 de octubre de 1863. . (Foto wikimedia.org)
También hubo otros pioneros que tomaron fotos de otras ciudades por aquella época, pero ninguna tiene la claridad y nitidez como para considerarse una verdadera fotografía.Para obtener la imagen de Boston desde las alturas James Wallace Black tuvo que tomar ocho placas, de las cuales tan solo una resultó ser buena, el resto se descartaron por estar demasiado borrosas.
por MDZ +Cultura


Gran Tienda Casa Arteta, Sucursal Mendoza. En Calle San Martín 1553 al 1557. (foto año 1935)


Una de las más populares, por las ofertas que dispensaba a sus clientes, fue Casa Arteta, que primero se instaló en San Martín al 1500, y luego construyó un moderno edificio en la esquina de Las Heras y 9 de Julio. Esta sede, que hoy ocupa Balbi Funcional, tiene el privilegio de ser la  que más vidrieras posee en la capital.

martes, 2 de abril de 2013

Formación de Gimnasia y Esgrima de Mendoza. Campeón de 1ra. División año 1933. Liga Mendocina de Foot-Ball


Luego de vencer en la final a Gutierrez, por el score de un gol a cero.
Integrantes: Araujo Benitez, A. Meli y Rosellot, Sanchez, Rodolfi, Bordón, Carlos Gonzalez, Videla, Funes, Jofré, Clodomiro Meli (cap), Rito y Roberto Irañeta

sábado, 30 de marzo de 2013

Cartas de una pasión secreta entre dos grandes. Emilia Pardo Bazán y Benito Pérez Galdós.



"Miquiño mío" es el título de un volumen que recoge la correspondencia entre dos grandes de la literatura española: Emilia Pardo Bazán y Benito Pérez Galdós.

Emilia Pardo Bazán, considerada la mejor novelista española del XIX y una avanzada de su tiempo, mujer libre y anticonvencional, mantuvo una larga relación con Pérez Galdós, que pasó de la admiración a la pasión amorosa y la amistad. Ahora un libro recoge todas las cartas que dan fe de esta intensa unión.
Miquiño mío, Cartas a Galdós es el título de este volumen con prólogo y edición de Isabel Parreño y Juan Manuel Hernández, que reúne más de 90 cartas y que fueron escritas por la autora gallega (menos una que pertenece a Galdós) durante los 32 años de amistad que mantuvieron los dos representantes del naturalismo y el realismo español.
Un material que estaba disperso y que supone un testimonio histórico, literario y social, amén de personal, ya que la autora de Los pazos de Ulloa, una feminista precoz, pasional y una de las mujeres más cultas y preparadas de su tiempo, desnuda su alma y pensamiento sin pelos en la lengua en cada una de sus misivas.
Dos genios que compartieron una pasión amorosa secreta, procesos creativos, avatares editoriales, viajes, criticas a la Academia, y demás cotilleos literarios como dejan ver estas cartas.
"Mi ilustre maestro y amigo, escribe Emilia Pardo Bazán a Benito Pérez Galdós en 1883." Querido amigo y respetado maestro", un año más tarde. "Amigo querido, en 1886, firmando "soy de usted amiga, admiradora y compañera". Y treinta y tantas cartas después, en 1989 le dice a Galdós: "Miquiño mío del alma".
"Hemos hecho un profundo trabajo de investigación porque el material estaba muy disperso ya que muchas cartas se han perdido en mudanzas de Madrid y en el Pazo de Meirás (que fue propiedad de la familia Pardo Bazán) porque cuando entró la familia Franco se destruyó parte del legado de la escritora" explica a Efe Juan Manuel Hernández, uno de los editores de Miquiño mío, publicado por Turner.
"En 1975 Carmen Bravo Villasante -argumenta Hernández- publicó una treintena de cartas que son las que se encuentran en la Real Academia Española, y otras tres que publicó un periódico mexicano. Ahora hemos intentado reunir todo el material".
Ambos escritores mantuvieron una relación que estuvo oculta durante mucho tiempo. La escritora gallega se casó en 1868 a los 17 años con José Quiroga, con quien tuvo tres hijos y de quien se separó en 1884 porque no comprendía su carrera literaria.
A partir de entonces Galdós y Pardo Bazán emprenden una relación que hoy se llamaría abierta, con idas y venidas e infidelidades.
Emilia Pardo Bazán mantuvo un encuentro con Lázaro Galdeano y Narcís Oller, que dolió al autor de Los episodios nacionales; y luego, Galdós también se relacionó con Lorenza Cobián, de la que tuvo una hija y con alguna otra actriz, en palabras de Herández.
De esta infidelidad de Pardo Bazán dan cuenta estas cartas hermosas y bellas en las que la escritora se arrepiente y pide perdón.
"Apelas -dice- a mi sinceridad: debí manifestarla antes, pues ahora ya no merece este nombre: sea como quiera, ahora obedeceré a mi instinto procediendo con sinceridad absoluta".
"Mi infidelidad material -continúa- no data de Oporto sino de Barcelona, en los últimos días del mes de mayo, tres después de tu marcha".
Otro de los temas jugosos que se desprenden de estas cartas, además de dejar ver el carácter tímido y solitario del autor de Fortunata y Jacinta -que se pasaba la vida escribiendo- a pesar de ser mujeriego y seductor, es el asunto de la Academia de Lengua.
Emilia Pardo Bazán tuvo que enfrentarse a un ambiente machista y retrógrado y fue rechazada tres veces como miembro de la Academia. Y de esos dimes y diteres están plasmados aquí. Y es que también a Galdós le costó entran en ella y pasó por varios rechazos.
Y de uno de esos rechazos Bazán le escribe con ironía: "Mi querido e ilustre amigo: ¡enhorabuena! ¡enhorabuena! ya no es V. académico ni puede serlo en su vida. Resígnese a no pasar de nuestra primer gloria literaria contemporánea... Hoy más que nunca necesita la España moderna de su desairada pluma".

miércoles, 27 de marzo de 2013

Curiosidades de la Historia


Faraday, que usaba vejigas para estudiar gases, inventó los globos en 1824. Al poco tiempo se vendían para los chicos.

Conrado Nalé Roxlo usó cuatro seudónimos: Cándido Gil, Alguien, Chamico y Homo Sapiens.

Por lesiones y hasta muertes que se producían en la cercanía de los arcos, en 1891 se instauró el tiro libre penal.

Una criba es una especie de colador. "Acribillar" es llenar de agujeros.

Delincuentes detenidos durante el año 1905, en Buenos Aires, por edad: 
8 a 15 años (152 detenidos) 
16 a 22 años (264 detenidos) 
23 a 70 años (79 detenidos)

En hawaiano, moverse rápido para esquivar la lluvia se dice "alo'alo kiki".

El 2/9/1917 se despacharon de BsAs las primeras cartas vía aérea al exterior. Destino: Montevideo.

Reyes de la baraja francesa: 
Corazones (Carlomagno)
Tréboles (Alejandro Magno)
Picas (Rey David)
Diamantes (Julio César)

Venezuela significa "pequeña Venecia".

Carmen Belgrano (sobrina del prócer) fue novia de Juan Thompson (hijo de Mariquita). Iban a casarse, pero el cortó.

El conde Chikoff tenía un programa de radio en 1925, desde el que enseñaba a bailar tango.
Para prevenir el ausentismo, el virrey Liniers decretó que las pulperías
debían cerrar a las 10 pm.

Los vencedores de competencias en la Antigua Grecia recibían una palma (hoja de palmera). De ahí viene "llevarse las palmas"

El almirante Brown mató con su escopeta al buey de un aguatero que se metió en el jardín de su casa y le comía las plantas.

Perrot de Rouen inventó (1834) el sistema de estampado en serie. Surgieron los géneros con flores estampadas muy baratos.

Datos aportados por el Historiador Daniel Balmaceda

Publicidad Gráfica de CAIRO-BAR. Ubicado en calle Emilio Civit a metros de los portones del Parque Gral. San Martín. Ciudad de Mendoza (año 1945)


martes, 26 de marzo de 2013

Las "esposas de Cristo" y los corazones en llamas

¿Por qué son blancas ciertas vestimentas vinculadas a las mujeres y a la Iglesia?
Tras siglos de cultura católica y patriarcal, las mujeres del siglo XIX tenían incorporado que el cuerpo era el enemigo del alma, el gran obstáculo para lograr la salvación prometida. Sin embargo, su cuerpo –embarazos, partos y lactancia mediante- es el escenario en el que la especie libra sus batallas.Si el cuerpo de las mujeres está al servicio de la sociedad, el corazón es el centro de su identidad, órgano en el cual según la medicina de la época  (asistida por la religión) residen las emociones y los impulsos femeninos.En los países católicos se produce un renacer de la devoción del Sagrado Corazón de Jesús, con resabios estéticos del Barroco, en una iconografía tan diversa como sangrienta, puesto que ese corazón se representa abierto, lacerado, como una herida profunda.Así, se valoran todos aquellos indicios que traduzcan la sensibilidad femenina: una piel fina y blanca que deje ver las venas, la carne tierna y mullida apta para acunar, las manos y los pies pequeños, las caderas y los senos abundantes.La mujer inmaterial del Romanticismo toma formas reales a través del corset, del ballet, de la palidez obligatoria, el adorno elaborado en el cabello (que no se lavaba por temor a los resfríos, sino que se cepillaba), los perfumes, y tela, muchos metros de tela en los  vestidos que lucirán coquetas.
Hacia 1850 la moda de estar “a la moda” se enseñorea en todas las buenas casas de las ciudades importantes: nace la “alta costura”, los modistos y las costureras y con ellas la industria de la confección. Con el “corazón en la mano”, las señoras y las jóvenes, las de cuna noble y las ostentosas burguesas corren a adquirir excitantes prendas llenas de significados entre las que destacan la cofia, la pañoleta, el mandil, la falda.Hasta las obreras son el blanco de los vendedores puesto que mientras que antes debían usar el mismo vestido de paño gris o azul durante diez años sin lavarlo, ahora pueden acceder a vestidos de colores hasta entonces fuera de su alcance.Sin embargo, entre las grandes innovadoras estarán las monjas, las hermanas, las novicias y las “esposas de Cristo”; ellas demuestran una excepcional inventiva a la hora de diseñar o rediseñar la indumentaria religiosa de sus congregaciones. En la meditada elección de la toca, el manto, el velo, el alzacuello, el escapulario, las mangas, los manguitos, los colores y las telas prima el significado místico. Cada prenda tiene un valor simbólico que expresa el espíritu de penitencia.
El hábito habla no sólo de la mujer que lo lleva, sino también de su cuerpo y de su misión. Y el blanco se convertirá en el símbolo de la máxima pureza, de la castidad y de la entrega.Por ello el vestido de novia y el vestido de la primera comunión comienzan a ser blancos; los tules y muselinas de los vestidos de baile son blancos y blancos son los hábitos de las novicias.Todas ellas adolescentes y doncellas, todas ellas con los “corazones en llamas” ardiendo en ideales de amor romántico, de idealizada entrega al amor divino. O de genuina e impotente rabia al entender o intuir que su cuerpo es un obstáculo tanto para la salvación “eterna” como para la temporal. Un puente, eso sí, blanco, al servicio de la sociedad.Fuentes: “Cuerpos y corazones”, de Yvonne Knibiehler. En Historia de las mujeres en Occidente. Dir. Georges Duby y Michelle Perrot. Madrid, Taurus, 1993; Mujeres pensadoras. Místicas, científicas y heterodoxas, de Vicenta Márquez de la Plata. Madrid, Castalia, 2009; Historia de la moda en Argentina, de Susana Saulquin. Buenos Aires, Emecé, 1998.


martes, 19 de marzo de 2013

Club Alemán de Mendoza (año 1940)



"Foto cortesía del Dr. Hugo R. Sochi, de la colección privada de Hugo Oehler Jr., hijo del Matrosenobergefreiter Hugo Oehler, de la 4ta. División del Admiral Graf Spee"

lunes, 18 de marzo de 2013

Pío Nono en Mendoza. el italiano Giovanni María Mastai (año 1824)


La elección del Papa Francisco como nuevo Pontífice de la Iglesia causó en nuestro país, y especialmente en la comunidad católica argentina, sorpresa y también euforia, a tal punto que muchos salieron por las calles a festejar.


Si bien Mendoza no tiene el privilegio de contar con un Pontífice de su tierra, ha tenido una historia casi inédita porque en 1824, el entonces Giovanni María Mastai Ferreti, quien luego sería el Papa Pío IX (Pío Nono), visitó por unos días nuestra provincia y dejó un rico testimonio escrito.



Radiografía papal



Se llamaba Giovanni María Mastai-Ferreti, nació en Italia en 1792. Procedía de la pequeña nobleza italiana y se ordenó sacerdote en 1819. 



Fue enviado a Chile como parte de la representación apostólica del nuncio Monseñor Giovanni Muzi, en la primera misión en la Sudamérica independiente. Tiempo después de ese viaje fue nombrado obispo de Ímola y en 1846 fue elegido para suceder en el Papado a Gregorio XVI.
Su pontificado fue una cruzada contra el liberalismo y el mundo moderno, a los que intentó contrarrestar revitalizando la religiosidad católica. 



En 1864 condenó todos los "errores" del mundo moderno mediante el Syllabus (que incluía la proscripción del liberalismo, el racionalismo y el cientificismo, así como la renuncia de la Iglesia a reconciliarse con el progreso). Reunió el Concilio Vaticano I, en el que se aprobó el dogma de la infalibilidad del papa. 



 Pío IX murió el 7 de febrero de 1878, con 85 años, concluyendo el pontificado más largo en la historia.



Misión celestial



Desde el puerto italiano de Génova partió la misión apostólica del Nuncio  Juan Muzi  y algunos de sus colaboradores entre ellos Mastai Ferreti. Luego de 91 días de viaje en barco, llegaron a principios de 1824 a la ciudad de Buenos Aires. Allí fueron recibidos por autoridades eclesiásticas y de gobierno para  posteriormente partir con destino a Chile.



En el medio del camino, visitaron varios pueblos y después de un agotador viaje de más de un mes, llegaron a la posta del Desaguadero ya entrando a Mendoza. 



Era febrero de ese año y entre otras cosas, el sacerdote italiano se sorprendió del suelo salitroso que tenía la tierra. Al día siguiente  la comisión partió hacia la posta de Las Catitas, en donde se toparon con un gran temporal.



Mendocinos, lentos y poltrones



Después de recorrer muchos kilómetros y pasar varias postas, el futuro Papa vio a los pobladores de estos lugares como muy tranquilos y haraganes.



Faltaba muy poco para llegar a la ciudad  y se hospedó en la posta del Retamo que -según él- era un palacio al compararlos con los otros precarios alojamientos.



El 16 de febrero la comisión llegó a la ciudad y fue recibida por todo el clero mendocino. Posteriormente Monseñor Muzi y su comitiva fue llevada a la Iglesia Matriz.



Las calles de aquella aldea fueron adornadas con arcos triunfales y flores que se encontraban esparcidas por el suelo. Era un bello espectáculo; muchas personas rodeaban en procesión a toda la comisión.



El sacerdote Mastai Ferreti y demás autoridades se alojaron por varios días en pleno corazón de Mendoza. También dieron la confirmación a muchos fieles.



Antes de partir, los integrantes eclesiásticos fueron recibidos cortésmente por miembros del Cabildo mendocino en la casa del alcalde José Clemente Benegas. Allí se celebró una importante recepción y fueron homenajeados por algunos de los cabildantes con varias poesías en honor a su Santidad, el Vicario apostólico, su comisión y otras prosas que se pronunciaban en contra del liberalismo, que influían en los pensamientos de algunos mendocinos. Un día después de este importante agasajo, la comisión partió rumbo a Chile por el camino del norte en donde fue acompañada por una multitud. 



Cuando pa' Chile me voy

Llegaron a la casa de los Segura en el Plumerillo en donde había un pequeño oratorio y, según la tradición, Mastai Ferreti realizó un oficio religioso. 



El 25 de febrero de 1824 partieron rumbo a Villavicencio en donde se hospedaron en la pequeña cabaña que allí existía para después cruzar hasta Uspallata por el Paramillo. Se alojaron en la posta para seguir por el camino a otros puntos como Punta de Vacas y por Puente de Inca para refugiarse en una de las casuchas, que existen actualmente.  La comisión cruzó  la cordillera y llegó a su destino final. 



El presbítero Giovanni Mastai Ferreti, dejó en sus memoria un histórico recuerdo en su paso por Mendoza.



Tal vez no se imaginaría que varios años después de este viaje sería nombrado Papa con el nombre de Pío IX,  el poderoso pontífice de la Iglesia Católica con mayor permanencia en el trono.
Fuente:
Carlos Campana, las2campanas@yahoo.com.ar

domingo, 17 de marzo de 2013

Jardines del Barrio Cano, año (1942) Mendoza


El Dr. Guillermo Gregorio Cano, fue Gobernador de la Provincia de Mendoza desde el 18 de febrero de 1935 al 18 de febrero de 1938.
Durante la gobernación del Dr. Cano, específicamente el 20 de junio de 1937, se colocó la piedra fundamental para el Barrio de CASAS COLECTIVAS, el primer complejo habitacional “antisísmico”, construido integralmente con una concepción unitaria de aprovechamiento del suelo para la edificación de viviendas familiares.
La construcción de las CASAS COLECTIVAS se realizó por un modelo de vivienda que el Ing. Frank Romero Day (ministro de Industrias y Obras Públicas del gobernador Cano) trajo de Europa como estructura ideal antisísmica y contemplando aspectos beneficiosos para la salud como el aire, el sol, la luz, los espacios verdes. Esta isla de cemento contaba (en esa época) con diversos “Pabellones”, con seis o siete entradas (según su ubicación), y "Departamentos" con dos, tres o cuatro dormitorios (según el "Pabellón"), cada uno dotado con calefacción central y radiantes de hierro fundido, luz y agua corriente, en esa época, a lo que se sumaban dos líneas de ómnibus que extendieron sus recorridos por la calle Boulogne Sur Mer hasta el ingreso al nuevo Barrio (por esos años esa zona era de viñedos: Orfila, Cantú, etc.).




"Foto cortesía del Dr. Hugo R. Sochi, de la colección privada de Hugo Oehler Jr., hijo del Matrosenobergefreiter Hugo Oehler, de la 4ta. División del Admiral Graf Spee"


sábado, 16 de marzo de 2013

Publicidad Gráfica. Cerveza Andes y Cerveza Cóndor. (año 1945)


Gobernaba el país el presidente Hipolíto Yrigoyen. La Argentina se encontraba en la etapa culminante de su , la llamada Generación del ' 80. El ferrocarril había logrado la unificacíon del  interno y dado un fuerte impulso las economías regionales. El tren garantizaba el acceso más rápido a los mercados. 
En este proyecto, la provincia de Mendoza gozaba de un lugar privilegiado. Su inserción fue sumamente satisfactoria a partir de la industria vitivinícola. Pero una vez consolidado este modelo, la clase dirigente advirtió que era necesario avanzar en una segunda etapa. 
La propuesta consistía en poner en marcha una fábrica de cerveza capaz de abastecer el mercado mendocino primero y el cuyano después. 
El primer punto a resolver era la selección del lugar más adecuado. Pesaron en esta determinación, la calidad de las aguas disponibles en el lugar, provenientes del deshielo de la cordillera de los Andes. También fue importante la proximidad de Benegas, la cual garantizaba el acceso rápido y seguro al sistema de podía distribuir la producción por todo cuyo. Además, convivía con este moderno sistema de transporte, el antiguo y tradicional carro tirado por caballos o bueyes. Las carretas se desplazaban desde la ciudad de Mendoza hacia el sur por un camino (actual carril cervantes) que conducía hasta Luján, Ugarteche y finalmente, al Valle de Uco. 
La proximidad de estos tres recursos (agua, tren y camino) convenció a los empresarios de que el lugar más adecuado para instalar la cervecería era en Benegas. En 1921 quedó inaugurada la cervecería "Cervecería y Maltería de Los Andes". En las primeras décadas contaba fundamentalmente con tres áreas productivas, por un lado la maltería y por otra parte, se fabricaba hielo. 
Finalmente, se producia cerveza para abastecer al mercado cuyano. Más tarde, se instaló una fábrica de producción de gaseosas, entre ellas, la recordada Biducola. 
Una de las características de la política de esta empresa, era la prestación de servicios. La firma mantenía un consultorio médico, al cual podían asistir tanto los empleados como los vecinos de la zona. Además, la firma instaló un surtidor de agua potable en la puerta de la fábrica, que se puso al servicio de los vecinos. 
El propietario de la firma era entonces el llamado Grupo Bemberg. 


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