lunes, 2 de diciembre de 2013

Sarmiento, la mujer y la ortografía (02 de Diciembre de 1843)




El 17 de octubre de 1843, Domingo Faustino Sarmiento presentó un polémico trabajo en la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile. Sugería eliminar letras del abecedario y modificar la ortografía. ¿Cómo eran esos cambios que proponía? Podemos verlos en una carta que escribió en diciembre de ese año a su primo, Domingo Soriano Sarmiento, quien acababa de contraer matrimonio con Laura Salcedo.
La carta -que publicó por primera vez la revista Nosotros en noviembre de 1921- es elocuente respecto de la ortografía que proponía Sarmiento. Además, incluye curiosas revelaciones (algunas son anacrónicas) sobre sus ideas acerca del matrimonio. Aclaramos que el sanjuanino tenía 32 años al escribir esta carta y que aún no se había casado. Lo haría en 1847. Pasemos a la carta:
Señor Dn. Domingo S. Sarmiento
Santiago Diciembre 2 de 1843
Qerido tocayo:
Con el mayor plaser e sabido que se a casado U. con la prima Laura. Era esta una niña por qien tenía una predilecsión espesial, i no dudo que ara la felisidad de U. Rrecuerdo aora no sin lisonjearme de ello qe cuando nos bimos aqi le rrecomendé qe no abandonase esa familia, qe necesitaba de su apoyo. A llenado U [aquí, un par de palabras ilegibles] qe la naturalesa le imponía i qe lo rrecomienda mas a mi afecto. Esto no qita qe este un poco sentido de qe no me aya dado parte, después de ejecutado, para llenar esa formalidad de estilo.
Tentasiones me dan de predicarle un sermón sobre los deberes conyugales, i sobre sierta línea de conducta qe yo me propongo guardar cuando tenga mujer, porqe a de saber U. qe por peresa i por estar casi siempre mui ocupado no e salido a buscar una mujer de qe sábelo Dios, tengo suma nesesidad.
Bea U. sin embargo como miro yo el matrimonio.
No creo en la durasion del amor, qe se apaga con la posesión. Yo definiría esta pasión asi: un deseo por satisfaserse. Parta U. desde aora del prinsipio de qe no se amarán siempre. Cuide U. pues de cultibar el apresio de su mujer i de apresiarla por sus buenas calidades. Oiga U. esto, porqe es capital.
Su felisidad depende de la observansia de este presepto. No abuse de los goses del amor; no traspase los limites de la desensia; no haga a su esposa perder el pudor a fuersa de aserla prestarse a todo jenero de locuras. Cada nuebo gose es una ilusión perdida para siempre; cada fabor nuebo de la mujer es un pedaso qe se arranca al amor. Yo e agotado algunos amores i e concluido con mirar con rrepugnansia a mujeres apresiables qe no tenían a mis ojos mas defecto que aberme complasido demasiado. Los amores ilejítimos tienen eso de sabroso, qe siendo la mujer irtas independiente agijonea nuestros deseos con la rresistensia.
Deje a su mujer sierto grado de libertad en sus acsiones i no qiera qe todas las cosas las aga a medida del deseo de U. Una mujer es un ser aparte, qe tiene una ecsistensia distinta de la nuestra. Es una brutalidad aser de ella un apendise, una mano para rrealisar nuestros deseos.
Cuando rriñan i esto a de aber susedido antes de qe resiba esta, guárdese por Dios de insultarla. Mire qe e bisto cosas orribles: la primera palabra injuriosa qe la colera del momento sujiera deja una idea en el espíritu: si en la primera rriña le dise U. bruta; en la segunda le dirá infame, i en la quinta puta. Tenga U. cuidado con las rriñas i tiemble U. no por su mujer sino por la felisidad de toda su vida. En fin no qiero ablar mas de esto.
A otra cosa. Le rremito un ejemplar de la Memoria qe leí a la Unibersidad, i qe es causa de un alboroto de dos mil diablos en los diarios [se refiere al trabajo sobre la nueva ortografía]. Todabia sige. Le rremito asi mismo muchos de los escritos qe se an publicado, i mis defensas. Oi salen nuebos artículos mios qe no se los mando porqe son prinsipio de otros qe le segiran bien pronto. Mando a todos los diarios de America i dentro de algunos meses tendremos el tiroteo en todas partes i los elojios i los bituperios.
Me urjen porqe acabe i solo tengo tiempo para ablarle un poco de asuntos de dinero, del cual estoi in puribus [significa desnudo]. Se qe U. qiere comprar un piano de casa qe tiene en su poder. ¿Lo qiere por 100 pesos? Tómelo. ¿Le parese caro? Abisemelo i proponga el presio qe le paresca eqitatibo; esto qe sea pronto.
Démele un fuerte abraso a Laura.
A Dios pues.
Domingo F. Sarmiento.
Entregemele la inclusa al Señor Obispo i agamele una bisita cuando buelba de su escursion pastoral. Yo le escribiré con el primero qe baya.
Esta entrada fue publicada en PalabrasPersonalidades por Daniel Balmaceda, y etiquetada como ,.

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