sábado, 23 de junio de 2012

Repartiendo Soda, Juan Bautista Dentoni. (década 1940). Palmira, San Martín, Mendoza


En la Villa de Palmira, se hallaba un establecimiento elaborador de aguas gaseosas, naranjada, limonada, jarabes para refrescos y uvina producto este a base de jugo de uva
Los productos eran elaborados por el señor Juan B. Dentoni en el distrito de Palmira, fueron elaborados con materia prima de primera calidad, el agua utilizada era extraída de una vertiente ubicada en la misma fábrica. Esta agua fue analizada en su época por la Oficina Química Nacional. La maquinaria utilizada era de primera calidad, se contaba con una lavadora para envases de refresco de naranja con una capacidad de 2000 botellas que eran simultáneamente lavadas con soda cáustica y agua a diferente temperatura

Gentileza: Enrique Dentoni

martes, 19 de junio de 2012

Aero Club La Consulta (década de 1950-1960) Mendoza.


En la decada  del 50 y 60 hubo mucha actividad aerea en el hoy creo que ya desaparecido aeroclub La Consulta o también llamado aeródromo Angel Furlotti en honor a quien donó el terreno para la construccion del mismo.En una de ellas se ve un Piper J3 matricula LV-XLG,en otra un "Boyero" avión de diseño y construccion nacional matricula LV-YTX y las otras son de encuentros de socios y simpatizantes con almuerzos de camaradería para conseguir fondos para el aeroclub.

Foto Gentileza de : Roberto Piganataro

domingo, 17 de junio de 2012

Calle San Martín, Capital de Mendoza, (foto año 1907).

                                                                                                                                               Augusto Streich.


viernes, 15 de junio de 2012

Cine RECREO al aire libre, ubicado en el Departamento de Guaymallén(decada 1940-1950) Mendoza.


En la década del 40, había por lo menos un cine por barrio, algunos a falta de aire acondicionado funcionaban al aire libre en verano bajo un techo de estrellas. 

Una singular historia de amor, a principios de siglo, se constituyó en el punto de partida del nacimiento de esta Sala.
La visita de Politeama Cassano, un reconocido elenco de Teatro de Buenos Aires, permitió que su primera actriz, rosa Cassano de solo 16 años de edad, conociera al joven mario Casale, uno de los pioneros de la aviación nacional.
Inmediatamente comprendieron que estaban signados para contibuar juntos, pero se encontraron con la incomprensión de sus mayores, producto de una época, que negaba la posibilidad de un matrimonio entre un artista y un aviador.
Ambos deciden abandonar su vocación en pos de unir sus vidas.
Es así, que compran un terreno en la entonces "Calle Larga", hoy Pedro Molina (Guaymallén), donde instalan una fábrica de hielo y comienzan la construcción de un Teatro, apto para funcionar como cine, que inicialmente se denominó "Belgrano".
Vivían días felices que se acrecentaron con la llegada de un hijo.
El distrito pedro Molina florecía y su Calle larga, se había consituído en una de las principales arterias de la Mendoza antigua donde, carretas de ruedas altas junto a elegantes jardineras y señoriales landó, tirados por hermosos caballos la recorrían asiduamente.
Luego, un duro golpe. La muerte de su primogénito impulsó a ambos a volver a lo que tanto amaban: él comenzó a volar nuevamente y ella se abrazó con todas sus fuerzas al teatro. Puso en escena obras cumbres del Teatro Nacional de Autores de la talla de Gregorio de Laferriere y de Florencia Sanchez.
Y no solo actuó, además se convirtió en una maestra fructífera. Uno de sus alumnos, Carlos Borcosqui, fue Director de importartes películas del Cine Nacional.
El madrinazgo de Eleonora Cassano, descendiente directa de los protagonistas de esta historia ya demás, destacada bailarina de proyección internacional, devuelve la magia del escenario y aún mantiene las voces de todos los que en él desarrollaron su labor, convirtiéndolo en un punto de referencia que brindó un innegable aporte cultural y artístico durante muchas décadas.
En una época en que muchos espacios culturales se cierran o se mantienen precariamente, la Municipalidad de Guaymallén, rescata un ámbito que permaneció muchos años en total abandono y lo devuelve refaccionado para beneficio de la Comunidad Mendocina.
El Centro Cultural "Armando Tejada Gómez", "Cine Teatro recreo", que depende de la Dirección de Cultura de la Municipalidad de Guaymallén, está ubicado en Pedro Molina 110, del distrito Pedro Molina, Guaymallén, Mendoza, a una cuadra del Área Fundacional, sirve de marco para promocionar actividades artísticas.
Desde que abre sus puertas ofrece en forma contínua una variada programación cultural, como festivales, charlas, conferencias, cursos, conciertos, exhibiciones de danzas, teatro, presentaciones de libros. también es utilizado por escuelas e institutos para colaciones de grado y por diversas entidades intermedias.
Tiene una concurrencia aproximada de 20.000 personas por año, Funcionando desde el 01 de Marzo al 22 de diciembre de cada año.
Foto gentileza : Tito Cano







miércoles, 13 de junio de 2012

Calle San Martín, Ciudad Capital de Mendoza (Abril de 1969).



La Avenida San Martín tiene un lejano origen de barro y piedra, según registra Alberto Rovira en su libro Historia de la Avenida San Martín. A lo largo y ancho de las veredas de la emblemática calle se fue formando -como desde una columna vertebral- la ciudad que hoy gozamos y padecemos.

La Avenida San Martín tuvo épocas doradas, cuando sus bares y negocios y paseos eran no sólo el lugar obligado de reunión sino también el centro de la actividad comercial. Pero los tiempos cambiaron, y con él los bares de las esquinas que recibían a los miles de mendocinos que disfrutaban de plácidos vermouths o reconfortantes cafés.
Los que tienen más de 50 años dan fe de cómo se llenaba la calle todos los días después de las 10 de la noche para pasear con la familia, hacer vidrieras o disfrutar de las picadas.
La historia comenzó allá a mediados del siglo XVII, cuando el hombre más rico de Mendoza en ese entonces, el capitán Juan Amaro y Ocampo, decidió donar a la Iglesia inmensos terrenos que poseía, para que se construyera en ellos una capilla en honor a San Nicolás. El 5 de octubre de 1647 se firmó la donación testamentaria. En el medio de sus dominios, se trazó y comenzó a utilizarse un camino de tierra y barro, que usaron las familias de la zona para mover su producción agropecuaria. En honor al capitán, la calle se llamó San Nicolás.
Dice la historia que fue también un 5 de octubre del año 1883 cuando la Municipalidad de la Capital dio a conocer un acuerdo en el cual, en su artículo primero, ordenaba el cambio de nombre para pasar a llamarse Avenida San Martín. 


El trágico terremoto de 1861 dividió el destino de la calle y el de todo Mendoza. Tras la reconstrucción de la ciudad, en 1864 abrió sus puertas el primer negocio de la calle, y comenzaron a cambiar las costumbres y la vida en torno a esa arteria.

La casa de remates y depósito de mercaderías de Fernando Bourguet, en la Alameda, inauguró la época comercial moderna, en la década de 1880. La calle, recordaba Raúl Aguirre Molina, con sus casas chatas, sus anchas veredas, sus acequias, puentes y majestuosos carolinos, sus residencias familiares e importante comercio, "era la principal arteria de la ciudad y los mendocinos (...) estábamos orgullosos de ella." Pero a pesar de ser la más importante, era muy tranquila. "El rumor propio de la calle San Martín lo producía la acequia, el carolino, el viento y el paso lento y descongestionado de los transeúntes.
"Las acequias susurrantes allí abajo, y las verdes hojas de los carolinos allá arriba prendidas de las ramas y entregadas al viento, mezclaban su rumor al rumor del agua."
Más de un siglo después, el arquitecto Jorge Leiva diseñó y dirigió el proyecto de remodelación de 1991, con el que oxigenó una calle que languidecía.
El ensanche de las veredas, el adoquinado de la calle y la unificación arquitectónica, le cambiaron la cara a la Avenida.
La Alameda fue también significativa porque bajo su traza siempre corrió el famoso canal Tajamar, el primer intento que se hizo para detener los aluviones. Así, la calle San Martín fue cambiando de fisonomía al mismo ritmo que la ciudad se transformaba. Hoy no es la misma de hace cien años pero continúa siendo la columna vertebral de Mendoza.
Aunque ya no están los enormes carolinos ni tampoco las grandes acequias de las que hablaba Aguirre Molina y está desbordada de automóviles y plagada de ruidos, la avenida San Martín no ha perdido su tradicional encanto.



jueves, 7 de junio de 2012

Festejos en Mendoza por el Centenario de la Revolución de Mayo de 1810 (foto de 1910).


En Mayo de 1910 los mendocinos se preparaban eufóricos para los actos del Centenario de la Revolución de mayo. Los eventos se estaban preparando desde hacía varios meses, en ese decenio había mas distracciones para sacudir la modorra dominical y estirar la jornada con la ayuda de la iluminación eléctrica, que acortaba las noches.
Precisamente fue por esos años que el auge del cine se encontraba como una de las diversiones aceptadas por el público mendocino. La mayoría de las funciones se exhibían en una confitería de la calle San Martín. En las tardes domingueras, las damas de la alta sociedad, lucían sus ampulosos vestidos en la Confitería Colón, donde ademas de tomar el riguroso té, tenían a su disposición repostería fina desde las 4 de la tarde hasta las 9, según los anuncios de la prensa de la época. Todo esto estaba en un saloncito especial para ellas, ya que los caballeros eran aún los dueños y señores del local. Una de las grandes atracciones por esos años era el Parque del Oeste (actual Parque San Martín), donde los fines de semana infinidad de familias paseaban por las tardes en carruajes y se concentraban en la rotonda que rodeaba el quiosco, atraídos por los armoniosos sonidos de la Banda de la Policía
En esa época Mendoza se expandía, había venta de lotes por todas partes, en pleno centro, en Maipú, en Tres Porteñas, el sur de la provincia y Godoy Cruz. Ese crecimiento se lo veía en todos lados, en las nuevas construcciones, en los automóviles que ya ostentaban su ruidoso futuro protagonismo en las calles. En definitiva el Centenario mostraba a Mendoza en un clima de euforia generalizada, que se justificaba en buena medida por la pujanza económica del país entero, pese al contraste que se producía entre la próspera situación de las clases altas y la no tan cómoda realidad de los obreros, aún huérfanos de muchos derechos.
Así y todo el Centenario fué una fiesta para todos los habitantes de Mendoza. Se extendieron guirnaldas en todos los edificios, donde también ondeaban simbólicamente la bandera Argentina junto a la de otros países, las de los inmigrantes que decidieron sumarse a la tarea de hacer de la Argentina un gran país. 
Hubo inauguraciones por doquier, monumentos, escuelas, e incluso el primer kinder garden. Para mayo se podía viajar en ferrocarril directamente hasta Chile, ya que por el mes de Abril se abrió el anhelado túnel internacional que unió ambos países. 



martes, 5 de junio de 2012

Busto del Cristo Redentor, Obra del Escultor Argentino Mateo Rufino Alonso (año 1902).


El Monumento fue hecho en cuatro trozos independientes que se ajustaron uno con otro para representar la obra total, tiene 5 metro de alto es de bronce colorado y descansa sobre un pedestal de granito. 
En la foto se observa el momento del traslado a la casa del señor Pecci fundidor . El iniciador de la idea de erigir la imagen del Cristo sobre de los andes fué del Obispo de Cuyo Monseñor Benavente. Dicha Obra se logro gracias al aporte de gente de San Juan, San Luis, Mendoza y Buenos Aires. El costo de dicha obre fue de $30.000 de la epoca

Mateo Alonso (Provincia de Buenos Aires1878 – 1955)
Realizó la imagen del Cristo Redentor (inaugurada en 1904, aunque terminada en 1903) que se eleva por encima del paso de los Andes (a 3885 metros sobre el nivel del mar) en conmemoración del éxito obtenido en las negociaciones entabladas para evitar la guerra entre la Argentina y Chile. Fue erigida por iniciativa de monseñor Marcolino Benavente, obispo de Cuyo, y de la señora Ángela Oliveira Cézar de Costa, impulsora de esta idea. Ella interesó a Roca, llevándolo a ver la estatua en su emplazamiento original, en el patio del colegio Lacordaire de Buenos Aires, y decidiéndose allí su traslado a Mendoza.
La obra fue llevada en partes en tren hasta la localidad de Las Cuevas, subida en lomo de burro hasta el sitio fronterizo de la Argentina y Chile, y el propio autor se encargó de supervisar la reconstrucción de la misma. Se levanta sobre un pedestal de granito de 6 metros, tiene 7 metros de altura, pesa unas 4 toneladas.


domingo, 3 de junio de 2012

Primer Automóvil construido en Argentina. (año 1901).


El primer vehículo armado en Argentina, fue obra de un mecánico español, Celestino Delgado. Delgado armó en su taller un vehículo para 4 pasajeros, movido por un motor a vapor de 6 HP, constituido por piezas europeas y algunas de fabricación nacional.
El vehículo fue adquirido por Enrique Anchorena.
En el mismo año el automóvil, provisto de un motor Rochester a explosión participó de la primer carrera realizada en el país, en el Hipódromo de Belgrano, conducido por Eugenio Cassoulet obtuvo la victoria, sobre otros 7 vehículos equipados con caldera


viernes, 1 de junio de 2012

Publicidad Gráfica de Aperitivo BITTER GAILLARD. (año 1900).

Con Agua Fresca o un poco de goma y soda Bitter Gaillard es lo mas higiénico que pueda beberse antes de comer .
Gracias a la eterna presencia de interesados en el pasado y de coleccionistas y aficionados a los temas históricos, un amigo conectado con la conservación de los trenes o a lo poco que se salvó de ellos -Gustavo Choren-, nos hizo llegar este documento excepcional.  Se trata de la lista de todos los productos que tenía el Ferrocarril del Sur, entre los años 1889 y 1899, para la venta en los vagones comedor de sus ferrocarriles.
La verdad es que es apabullante, acostumbrados a los parcos servicios de comida de los transportes actuales: 538 productos diferentes a disponibilidad del público y a precios accesibles. Nada dice de los alimentos preparados y la cocina, ya que mucho es precisamente para cocinar y el menú debió ser enorme también. Esto son sólo las cosas que se compraban y vendían al público, y es tan impresionante a mi modo de ver que vale la pena el esfuerzo de trascribirla, ya que con certeza a muchos les puede servir de información para comprender mejor la envergadura del consumo en la sociedad de finales del siglo XIX. Es cierto que en la lista hay de todo, hay productos que iban dirigidos a los niños y a los adultos, mujeres y hombres, ricos y pobres. No es lo mismo quien tomaba un vino de 50 centavos que quien tomaba uno de $ 5, no es lo mismo sardina que caviar.
Los márgenes de ganancia, ya que en el libro original figuran los precios de costo (estos son los que hemos reproducido) y los de venta. Y por lo general hay un incremento del 100 % con un redondeo general.
Pero no deja de llamar la atención que haya en la lista 21variantes de aguas minerales, 19 de cervezas, 49 refrescos y aperitivos, 51 marcas y tipos de cigarros y cigarrillos, 9 de biscochos y galletas 9, cientos de vinos del mundo entero y 14 ginebras. Y se vendían vinos en damajuana (hay nueve marcas) y hasta ajenjo –hoy prohibido- también en damajuana, la grappa venía también en esos enormes recipientes con diez litros. Y hay una larga lista de productos para cocinar; si se lo hacía dentro del tren en especial las familias que debían viajar en segunda o tercera categoría, no lo sabemos, quizás incluso algo debía venderse en poblados del recorrido. Pero está eso entre los temas a investigar.

Datos: danielschavelzon.com.ar



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